Vencer el miedo al NO

Cuando tenía 10 u 11 años, mi papá, de forma inesperada, me llevó a una farmacia que yo no conocía y me dijo: “baja del auto y vende este talco”. 

Me sorprendió. No tenía idea de qué decir, ni de qué hacer. 

Viendo los nervios en mis ojos, me dijo: “No hay nada porque tener miedo. Lo peor que puede pasar es que te digan que no”. 

Mi padre nunca ha hablado mucho conmigo. Son pocas las conversaciones en las que me ha aconsejado algo (más vía correo), pero ese momento en que me pidió que venda a temprana edad, me ayudó más que miles de consejos.

Cuando me bajé y ofrecí el producto, la dueña de la farmacia, amablemente, me dijo que no estaba interesada. Fue revelador. Me habían dicho que NO y no pasó nada. Esto me ayudó a vencer el miedo y durante mi vida me ha permitido vender, ofrecer, hablar, y arriesgarme mucho más que si no hubiera intentado desde muy pequeño.

¿Cuántas veces te detienes por el miedo a que nos digan que NO? ¿A ser rechazado?

Vence el miedo. La mejor forma es haciendo.

A veces que te digan que NO puede ser mucho más enriquecedor que te digan que SI.