Todos tenemos las mismas horas en el día.
Algunos las usan para sobrevivir. Otros las usan para distraerse. La fábula de «La Hormiga y la Cigarra» de Esopo lo explica mejor.
¿Pero qué tal si las usas el tiempo con propósito, con consciencia de los posibles efectos de tus acciones en el corto y largo plazo?
Es una tarea difícil. Requiere enfrentar algunos miedos, prejuicios, normas sociales, y el «qué dirán».
Pero si lo logras, de seguro harás algo que valga la pena, algo que nos ayude a todos a tener un mundo mejor.